Los lateros son cómodos, pero tienen otros inconvenientes…
El cierre de los locales de ocio debido al COVID provocó el apogeo de los macrobotellones y los peligros y riesgos que estos conllevan. Los vendedores ambulantes de latas se ven cada vez más por las calles y hay varios problemas asociados a la venta clandestina de alcohol y su consumo en la vía pública.
Algunos de ellos son la suciedad de la vía pública (litronas, latas y bolsas tiradas por el suelo), la inseguridad al poder encontrarnos por la calle con personas bebidas e incluso problemas como peleas o gente orinando en las calles.
Además, los hosteleros y comercios de los barrios afectados por el aumento de lateros y botellones son cada día más. Ven como su potencial clientela se decanta por comprar las bebidas a los lateros y consumirlas en la vía pública en vez de en los bares y tascas del barrio.

Apoya al comercio y restauración local, no compres a los lateros
Un ejemplo de los problemas mencionados se dio en el pasado puente de mayo, en el barrio de Malasaña según publica elDiario.es, puedes leer la noticia en: Las Fiestas del 2 de Mayo acaban en botellón pese a la falta de recinto ferial y al despliegue policial en Malasaña.
Los restaurantes y bares locales cumplen normas de seguridad, inspecciones, horarios, control de ruidos… Cuando el consumo de alcohol se realiza a través de lateros en la vía pública, todos estos controles son inexistentes y es cuando comienzan los problemas.
Apoya el comercio y la restauración de tu barrio y compra en los pequeños locales que forman parte del barrio, gestionados por vecinos y vecinas, cumpliendo las normas. No apoyes la mafia de los lateros: ¡contamos contigo!