Malopez 21, CC BY-SA 4.0 <https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0>, via Wikimedia Commons
Sobre la Iglesia de San Millán y San Cayetano
En el número 15 de la calle Embajadores se encuentra la Iglesia de San Millán y San Cayetano, un emblemático edificio de estilo Barroco del siglo XVIII que te encantará visitar.
La parroquia se empezó a construir en 1669 por el arquitecto Marcos López. Seguramente las obras las continuaron José de Churriguera y Pedro de Ribera. Aunque el templo no fue terminado hasta 1761, a cargo del arquitecto Francisco de Moradillo.
La fachada de granito la levantó Moradillo, con 8 robustas pilastras rematadas con capiteles de orden compuesto. Las pilastras de los dos extremos encuadran las dos torres y entre las cuatro del centro hay tres arcos de acceso de medio punto. Sobre los arcos de la fachada podemos ver, en hornacinas decoradas, las estatuas de San Cayetano, de Nuestra Señora del Favor, y de San Andrés Avelino, todas hechas en piedra por Pedro Alonso de los Ríos.
La planta es de cruz griega, con tres naves y cuatro capillas cerradas con sus correspondientes cúpulas, además de una gran cúpula central de tambor sobre pechinas.
Lamentablemente, el interior perdió la gran mayoría de sus obras de arte por un incendio en 1936, durante la Guerra Civil, incluyendo el retablo mayor. El retablo actual, de Manuel Paradela Segade, imita modelos barrocos, con copias de cuadros famosos del Museo del Prado.

Curiosidades sobre la Iglesia de San Millán y San Cayetano y sobre los propios santos
¿Sabías que en una de las capillas, bajo una sencilla lápida, se encuentra la sepultura de Pedro de Ribera? Este fue el arquitecto principal de la iglesia, que vivía muy cerca de la misma y fue feligrés en ella toda su vida.
¿Por qué las estampitas San Cayetano están acompañadas de una espiga de trigo? Según cuentan en la web de la iglesia, a finales del 1800, un campesino le pidió por la falta de agua y a modo de agradecimiento, le dejó una espiga de trigo a los pies de su imagen (el trigo es la materia prima con la cual se elabora el pan). A los pocos días, llovió de tal manera, que la ciudad se inundó. Por eso las estampitas del santo están acompañadas de una espiga de trigo, que simboliza el pan y el trabajo.
¿Sabías que San Millán vivió hasta los 101 años?
El último domingo de cada mes, de 18 a 19.30 horas, puedes asistir a «Tiempo de Tabor», un espacio de contemplación, silencio y búsqueda del manantial interior, con la orientación de Vicente Esplugues.
Descubre más sobre la Iglesia de San Millán y San Cayetano en su página web.